lunes, 20 de abril de 2009

PESADILLA



PLANEABA QUE FUERA UNA CANCIÓN NOCTURNA, PERO SALIÓ UN ESPECIE DE POEMA QUE, APESAR DE QUE PRETENDÍA QUE FUERA ROMANCE ME SALIÓ LIBRE, SIGUE SIENDO NOCTURNO. ISILWEN




Sobre la blanca piel
se forman calcinadas figuras
de gigantes árboles secos
que manchan con su verdor negro
mi espalda, que hoy presento.


El viento acompaña
al fúnebre silencio.
Por todo el sendero
se hincan los espectros
quitándose cabello, ojos y sombrero
tratando de mostrar respeto.

Mientras la sangre, desde mi cuello,
desciende a mis muslos y pecho
cubriéndome de espinas y formando otro cuerpo.
Se desprenden, primero, tres cuernos,
después cabeza, brazos y dedos
--dedos largos y sangrientos--.

Una lengua ácida rodea mi vientre
mientras sus alas se extienden
hasta convertirme en un desierto.
Mi voz se quiebra y él se sigue desprendiendo
¿por qué escogiste mi espalda como vientre materno?

Es el nacimiento más absurdo, considero.
siete espadas siento
clavarse como ardiente hierro
y mientras su torso forma un obscuro cuero.
Mis ojos se llenan de miedo
y los arranco con mis uñas, para ya no verlo.

Mi pesadilla ha nacido: nocturno y eterno
de mi espalda desfigurada en constelación de leo.
sin ojos en mi cara
ahora yo hago reverencia ante el esperpento.




Por el sueño, asustada amanezco,
rápido busco un espejo
y trato de ver mi opuesto
quiero hallar rasgos del mal sueño,
no veo nada en el reflejo.
Ya sin fuerzas me siento
mis rodillas y boca besan el suelo
y una media luna por la ventana veo
me sonríe, mengua y por todo el cielo
tatúa el nombre y la forma de aquel espectro
que se funden para siempre en mi recuerdo.